Diseños de lámparas

Lytespan y Lytegem: a la búsqueda de la modernidad

Estamos en los años 60. El hogar americano vive el boom de la modernidad: nuevos electrodomésticos, nuevos muebles, nuevas costumbres sociales… En medio de este fervor por el progreso, la compañía americana Lightolier -contracción de light y chandelier, y hoy parte del grupo Philips- lanzaba al mercado el revolucionario sistema de iluminación Lytespan.

Anuncio de la época de Lytespan
Anuncio de la época de Lytespan

Lytespan consistía en una barra vertical electrificada a la cual podían acoplarse varios modelos de lámparas (apliques de pared, focos, lámparas olgantes, de iluminación hacia el techo, etc.) e incluso una mesita. Se podía instalar desde el suelo o un mueble hasta el techo sin necesidad de herramientas, y su configuración podía cambiarse con suma facilidad. De hecho, se anunciaba como la primera luminaria que el mismo cliente podía personalizar a su gusto.

El éxito de Lytespan fue rotundo, y posicionó a Lightolier como una de las empresas de iluminación más innovadoras del sector. Años más tarde, Lightolier rediseñó Lytespan, planteándolo como una barra horizontal a la que se podían añadir focos: había nacido la iluminación de carril.

Lámpara de sobremesa Lytegem, de Lightolier
Lámpara de sobremesa Lytegem, de Lightolier

Otro de los modelos míticos de esta empresa fue el Lytegem, concebido en 1965 por Michael Lax. Esta lámpara de sobremesa, que también puede fijarse a la pared, puede regularse en altura gracias a su brazo telescópico, su cabezal rota 360º y dispone de un interruptor en la base que proporciona dos niveles de luz.

Forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York, y todavía hoy puede adquirirse nueva por unos 40 EUR. Por cierto, su packaging no tiene desperdicio!

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