Continuamos con la interesante historia del ventilador de techo, que como veréis está llena de altibajos y va muy ligada a acontecimientos modernos.
Durante la década de 1920, los ventiladores de techo habían ganado popularidad en los Estados Unidos, y empezaban a ser conocidos también a nivel internacional. Si embargo, llegó la Gran Depresión de los años 30 hasta los años 50, y estos aparatos dejaron de estar de moda en los EEUU, hasta el punto que los que se mantenían en uso era considerados una reliquia del pasado.
Mientras tanto, los ventiladores de techo habían ido ganando adeptos en el resto del mundo, en especial en los países cálidos y sin recursos, que no podían permitirse aparatos de aire acondicionado -en la época, muy caros y muy poco eficientes-. Llegaron los años 60 y algunos fabricantes asiáticos empezaron a exportar ventiladores de techo a los Estados Unidos. Aunque su introducción fue lenta al principio, con la crisis del petróleo de los años 70 su popularidad se disparó, ya que consumían -todavía hoy- mucha menos energía que los aparatos de aire acondicionado.
Ante este resurgimiento del éxito, muchas empresas americanas optaron por empezaron a fabricar -o a aumentar la producción- de ventiladores de techo. La prestigiosa Casablanca Fan Company se fundó en 1974, y también es de esta época la Hunter Fan Co. -fabricante de los famosos ventiladores Hunter-.