Tres segundos para subir un peso a cambio de 30 minutos de luz gratis.
Este es el principio de la GravityLight, una lámpara que funciona por gravedad. De manera similar a un reloj de cucut, debe levantarse un peso para que éste genere corriente eléctrica en su lento descenso. En su diseño, se ha buscado la máxima simplicidad -a diferencia de las lámparas solares, no utiliza batería-, con el objetivo de abaratar su fabricación y hacerla lo más duradera posible. En un principio, su coste será de 10 USD, y se espera poder comercializarla por la mitad de este precio cuando el volumen de fabricación aumente.
Sus inventores, Martin Riddiford y Jim Reeves, dos ingenieros británicos afincados en Londres, han dedicado 4 años a su desarrollo. El objetivo es que sea sustituya a las lámparas de queroseno utilizadas por muchas familias sin medios en África, India y otras partes del mundo -se calcula que en el mundo hay 1,5 billones de personas sin acceso a la red eléctrica- ya que el humo desprendido por la combustión del queroseno constituye un grave problema para el medio ambiente y la salud de los que usan este tipo de lámparas, por no hablar de su coste económico.
Una lámpara moderna que puede cambiar la vida de muchas personas. Esperemos que así sea.
Feliz Navidad.